Poco más de mes y medio estuvo en el paro Javier Calleja tras ser destituido como entrenador del Villarreal en diciembre pasado, relevado por Luis García Plaza. 49 días después, Fernando Roig rectificó, deshizo los pasos, despidió a Luis García y, de manera inusual en el fútbol español, pidió a Calleja que regresase al banquillo de La Cerámica con la misión revertir la situación del conjunto castellonense y salvarle del descenso. “Asumo bajo mi responsabilidad exclusiva el cambio en la dirección”, se mostró por entonces tajante Roig al anunciar la vuelta de Calleja. El técnico madrileño aceptó la arriesgada misión por la cual no iba a percibir ni un euro, dándose por pagado con el finiquito cobrado con anterioridad. En el pacto no escrito, Roig se comprometía moralmente a prolongar el contrato de Calleja si se conseguía la permanencia del Villarreal. El dueño del club ha cumplido su intención: Javier Calleja continuará en la dirección del equipo amarillo las dos próximas temporadas, unión consensuada la pasada semana y que el club castellonense ha hecho definitivamente oficial.
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