El primer partido de una final de la NBA en Toronto acabó en un festival de los Raptors y supuso un serio toque de atención para los Warriors (118-109). La imagen de Andre Iguodala cojeando mientras se retiraba maldiciendo con la cabeza gacha y la de Stephen Curry cruzando algunas palabras con Drake, el famoso rapero y acérrimo seguidor del equipo canadiense que presencia todos los partidos en primera fila, resume la contrariedad que supuso la derrota para los Warriors. El equipo que juega su quinta final consecutiva y aspira a su tercer título seguido -los Lakers y los Bulls fueron los últimos que lo consiguieron-, salió muy mal parado de su primer duelo en Toronto.
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