Cuando alcanzan la calma y la madurez, el estado de gracia aparece como salido de ninguna parte, los hechos acompañan a la palabra de los atletas, y lo comprobaron y lo demostraron Fernando Carro (27 años, debutante ya en 2015 y unos Juegos en su currículo) y Javier Cienfuegos (29), mundialista desde hace 10 años. Ambos, el martillero y el obstaculista, hicieron lo que dijeron que iban a hacer, clasificarse por primera vez en su carrera para una final mundial, y en ella no ponen número a sus aspiraciones.
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