Marc Márquez también ganó en Australia. El campeón del mundo de MotoGP no afloja el ritmo y en Phillip Island sumó su quinta victoria consecutiva, undécima del año. Fue otro triunfo machacón, de los que llevan a sus rivales a entrar en boxes pensando "no hay manera". Márquez ganó tras un adelantamiento en la última vuelta sobre Maverick Viñales, el piloto que mejor ritmo había mostrado durante los entrenamientos y que lideró la mayor parte de la carrera. Hasta que Márquez dijo basta y le pegó un hachazo inapelable. Fue en el último giro, con la meta a la vista, cuando el 93, que se había pasado más de una quincena de vueltas pegado al colín de la Yamaha, estudiando y radiografiando sus trazadas, saltó al ataque.
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