Los partidos de fútbol son como melones. El de Balaídos parecía apetecible, con tanto buen futbolista llamado al césped. Pero lo que parecía suculento al final fue insípido. Alimentó, eso sí, a la Real Sociedad, que se llevó los puntos tras exponer lo justo y dejó un regusto más que agrio en Vigo, donde se debate sobre la continuidad de su entrenador. Fran Escribá se queda en una posición delicada tras sumar nueve puntos en diez jornadas, con un bagaje de apenas cinco goles y después de encadenar tan solo una victoria en los últimos ocho partidos.
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