Jeff Astle era el típico ariete inglés, fuerte, chocador, incontrolable en el juego aéreo. Jugó los mejores años de su carrera en el West Bromwich Albion. Fue el mejor artillero de la Liga inglesa en 1970, con 25 goles. Disputó cinco partidos con Inglaterra. Se le recuerda más por un error que por sus aciertos: falló una clarísima oportunidad contra Brasil, en el Mundial de México 70. Habría significado el empate. Astle murió en 2002, a los 59 años, afectado por un proceso degenerativo que le provocó demencia. La autopsia reveló lesiones de origen traumático en el cerebro. “Muerte por una enfermedad industrial”, concluyó el informe del patólogo, que atribuyó el caso a los recurrentes golpes producidos en remates y choques de cabeza. Sus familiares iniciaron una campaña a favor del estudio y la prevención de las enfermedades degenerativas asociadas a los traumatismos craneoencefálicos.
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