Estaba lejos, pero no tanto como para que su golpeo perdiera la fuerza durante la trayectoria. Estaba centrado, como más le gusta. Y estaba listo para soltar ese disparo con rosca que hizo estéril la estirada de su amigo Masip. Messi hizo diana y elevó a 50 los goles de lanzamiento de falta; 44 con el Barcelona y seis con la selección argentina. “Lo hemos intentado y con el empate hemos estado ahí…Pero luego han salido maravillas del pie de Leo. Lo único es aplaudirle y disfrutar de él”, reconoció Míchel. “Tiene tal talento que no es comparable con nada. Cada vez que la toca esperamos que pase algo”, se sumó Valverde. Y frente al Valladolid así fue.
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