La resaca de un oro olímpico dura tanto que hay deportistas —como Maialen Chourraut, campeona de aguas bravas en Río 2016—, que llegan a desear no haberlo ganado. “Alguna vez lo he pensado, no te dejan vivir. Quieres entrenar y no puedes organizarte. Entrenar no es ir de pachanga, no es ir un poquito al gimnasio y luego a remar. Tienes unos objetivos y no puedes prepararte para ellos. Y yo, si estoy centrada en una cosa, solo hay eso, no soy multitarea”, confiesa sentada en un pequeño restaurante frente al río Segre tras pasar la mañana entrenando bajo la mirada de su entrenador y pareja, Xabi Etxaniz. Todavía tiene el pelo mojado.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://bit.ly/2TdXBln
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire