Bola de partido para Marcelino. Un gol del cuestionado lateral derecho portugués Cristiano Piccini, con la pierna izquierda, evitó unas Navidades negras en el Valencia y liquidó al Huesca (2-1). La jugada, la última del partido, acabó con los jugadores locales tendidos en el suelo liberando tensión y el banquillo entero, con Marcelino a la cabeza, invadiendo el campo y lanzándose sobre Piccini. Épico final en Mestalla, que no evitó una nueva pañolada hacía el palco y el equipo. Antes del tanto salvador, la zona de la Curva Nord, por primera vez en Laliga, cantó “Marcelino dimisión”. El resto de la grada no se enganchó.
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