vendredi 21 décembre 2018

Los socios de la Real Sociedad dicen no al patrocinio de casas de apuestas

En el Atano III, el frontón aledaño al campo de Anoeta, cuentan, hubo apostantes que perdieron el caserío en un partido de pelota, y eso en tiempos en los que las apuestas estaban prohibidas en España salvo en el deporte vasco; en los frontones, en los desafíos rurales. En las traineras, los corredores –intermediarios entre un apostante y otro– cantaban los momios de las apuestas cuando Franco presenciaba las regatas de la Concha desde el yate Azor.

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