Sentado en un palco privado del Wanda Metropolitano, Lucas Hernández asistió al torrente de sentimientos que desprendió el homenaje a Gabi. Primero con el tifo en el que se podía leer “Capitán y referencia”. Después, terminado el partido, con la presencia de Abelardo, Godín, Tomás Reñones y Fernando Torres en el centro del campo. Lucas también comprobó que la petición que Diego Pablo Simeone hizo en la previa del partido a la hinchada, pidiendo afecto para él, no se produjo. No hubo un solo cántico rogatorio emanado desde la grada para que al menos el central francés dilate su marcha al Bayern de Múnich hasta el próximo verano.
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