Brasil no ha cumplido el ultimátum y, a seis semanas de los Juegos Olímpicos, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha suspendido al laboratorio de Río de Janeiro que debía realizar los análisis de sangre y orina de los atletas durante la competición. En febrero la AMA había incluido a Brasil –así como a Bélgica, Francia, Grecia, México y España– en su “lista de vigilancia” obligando al laboratorio y al país a adaptar sus normas a los padrones internacionales antes del 18 de marzo. Tres meses después la entidad considera que el laboratorio no ha cumplido y apunta “errores de procedimiento” para justificar la suspensión hasta diciembre.
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