La Eurocopa le sienta de maravilla a Gareth Bale, nacido en Cardiff, exjugador del Southampton y Tottenham por el que el Madrid pagó alrededor de 100 millones en 2013. El galés también fue protagonista contra Irlanda del Norte en un partido arbitrado por un inglés en París. El cartel británico de la jornada tenía su miga después del Brexit y Bale no se olvidó de firmar el triunfo histórico de Gales. Ni siquiera necesitó marcar, como en los partidos anteriores —suma tres goles—, sino que le alcanzó con poner un centro estupendo, por fuerte y bien dirigido, que acabó con un gol en propia puerta de McAuley.
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