A Fernando Alonso se le ve relajado por el circuito de Spielberg. Atrás quedan esas tensas comparecencias en las que la presión quedaba esparcida por toda la sala, y los periodistas se exponían a recibir alguna cornada en función de si la pregunta le caía mejor o peor. Alonso atraviesa un momento de lo más complicado, probablemente el más difícil de su trayectoria en la Fórmula 1, pero ha decidido tomárselo con filosofía, y probablemente sea la mejor opción. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la relación entre la aportación del piloto y la del coche es a día de hoy de un 25% y un 75%, respectivamente. McLaren no está a la altura del piloto que tiene, y según repite el asturiano una y otra vez, eso es básicamente responsabilidad de Honda, que no es capaz de ofrecer una unidad de potencia que esté a la altura del monoplaza.
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