Con derrapadas que asustan. Subiéndose por los pianos. Tras algún susto que otro después de que por la mañana se le saliera la cadena de la moto. Marc Márquez se llevó la pole position en el circuito de Termas de Río Hondo. Y lo hizo como más le gusta. Jugando con la pista, tanteando los límites. Había sido el más rápido durante todo el fin de semana, el hombre a seguir. Porque en pistas como esta, tan técnica, habitualmente con poco agarre, el de Honda explota su pilotaje más salvaje para marcar las diferencias con sus rivales. Lo ha hecho cada año en este gran premio de Argentina. Aunque los resultados en carrera han sido variopintos. El de Cervera suma, con esta, su quinta pole en cinco grandes premios en este trazado. Pero de los años anteriores salió, en ocasiones, a hombros, en otras, lamiéndose las heridas: dos victorias, dos caídas y una carrera dramática como la del curso pasado, sancionado como fue hasta en tres ocasiones para terminar fuera de los puntos después de una tremenda (y peligrosa) remontada.
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