Era el 1 de mayo de 1983 y el Madrid visitaba Mestalla. El Madrid era primero y el Valencia, último. El Madrid sería campeón de Liga solo con empatar, y podría serlo aun perdiendo. El Valencia descendería seguro si no ganaba, y aun ganando podría descender, según lo que sucediera en otros cuatro campos. Jamás había bajado. Solo hubo un gol y lo marcó un central, Tendillo, El Valencia se salvó y el Madrid se quedó sin título. Fue la temporada en la que, con Di Stéfano en el banquillo, quedó segundo en cinco competiciones: Supercopa (ganó la Real), Liga (Athletic), Copa (Barça), Copa de la Liga (Barça) y Recopa (Aberdeen).
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