La sensación de desgobierno y la exacerbada politización de la vida cotidiana lo impregnan todo en Venezuela. También en el campo. La última fotografía de esa precariedad se dio el lunes en Girona con ocasión de un amistoso entre la selección del país caribeño y Cataluña. La federación de fútbol no recibió a tiempo la equipación oficial, lo que obligó a la Vinotinto a jugar con camisetas compradas en la cadena de ropa deportiva Decathlon. Así lo denunció su capitán, Tomás Rincón, quien pidió respeto a la firma que les proporciona los uniformes, la italiana Givova, que aún no se ha pronunciado sobre el episodio.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2HGQRL6
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire