Cada vez falta menos para volver a ver el apellido más influyente de la historia de la Fórmula 1 en las pantallas de un gran premio. Mick Schumacher, el hijo del heptacampeón del mundo, se estrenará este martes al volante de un Ferrari, la marca que convirtió a su padre en leyenda. Será en la primera de las dos jornadas de ensayos que los equipos llevarán a cabo en Bahréin, tras el gran premio que se disputará este fin de semana. Schumacher, que debutará en ese mismo escenario en la primera cita del campeonato de Fórmula 2, también rodará el martes en Sakhir, aunque la segunda jornada lo hará en un Alfa Romeo, también equipado con motor Ferrari. Esta será la primera vez que Mick, de 20 años, se subirá a un prototipo contemporáneo, puesto que hace un par de años ya condujo el Benetton con el que su padre se encasquetó su primera corona en 1994 en una exhibición que se llevó a cabo en Spa, donde estrenó su casillero de victorias.
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