"A mí no me meten once goles ni loco, si me los hacen no vuelvo a mi país". Al final fueron 12 tantos los que encajó el envalentonado portero maltés John Bonello en aquel histórico partido clasificatorio para la Eurocopa de 1984 entre España y su rival de este martes. Treinta y seis años después su hijo Henry (30 años), que no había nacido la sevillana noche de autos del 23 de diciembre de 1983 en la que su apellido pasó a la historia del fútbol español, defenderá la portería maltesa este martes en el estadio Ta Qali. El chico llega muy reforzado anímicamente tras detener el pasado sábado un penalti ante las Islas Feroe (2-1) que le ha valido a su país su primera victoria en doce años en un partido de clasificación. Fue el muro de una 'heróica Malta', describe la prensa local.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2CG98E9
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire