Poco antes de tomar la salida de la contrarreloj, el último examen antes de gozar del título, Richard Carapaz (El Carmelo, Ecuador, 1993) pide un cappuccino con sacarina que, cuando se lo sirven, remueve intensamente con la cucharilla hasta hacerlo una espuma casi. Toma un sorbo y dice: “No, no voy a celebrar todavía. Tengo mucho jaleo encima y una crono. Aunque tengo mucha ventaja, no me gusta precipitarme nunca. Prefiero pensar primero en pasar la línea, luego ya proclamaré lo que quiera”. Cruzó la línea de una contrarreloj ganada por el norteamericano Chad Haga con ventaja suficiente para convertirse en el primer ecuatoriano que gana una grande, con 1m 5s sobre el segundo, Vincenzo Nibali, y 2m 30s sobre el tercero, Primoz Roglic, que, por solo 8s, dejó cuarto a Mikel Landa.
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