dimanche 30 juin 2019

La sangre de Luis Ocaña, el Alpe d’Huez de Carlos Sastre

A Miguel Poblet, el primer español que lo vistió, el maillot amarillo le duró un día, el primero en su primer Tour. Aquel 7 de julio de 1955 tenía 27 años ya. Poblet, tan poco español como cualquier esprínter belga o italiano, y tan español como cualquier genio que sin saber de dónde aparece y deslumbra, ganó la primera etapa, entre Le Havre y Dieppe, en Normandía junto al Canal de la Mancha, infiltrado en una fuga de 10. Aunque lo perdió al día siguiente, camino de Roubaix, su Tour fue espectacular. Se dio el lujo de pasar el primero por la cima del Tourmalet, como antes los mejores españoles, Trueba, Berrendero y Bahamontes habían hecho, y cuatro días después ganó también la última etapa, también en fuga, una excepción, y frustrando a Darrigade, en el velódromo del Parque de los Príncipes en el que minutos después Louison Bobet daría la vuelta de honor de su tercer Tour victorioso.

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