El fútbol alemán cuenta con una rica historia de leyendas relacionadas con los discursos de vestuario que pronuncian los entrenadores para alentar al equipo, sobre todo si tienen un marcador adverso en el primer tiempo. El jueves pasado, la historia se enriqueció con un nuevo capítulo cuando Stefan Kunst, el entrenador de la sub-21 alemana, arengó a sus jugadores en el descanso del partido de semifinales ante Rumanía. Entonces Alemania perdía por 1-2. Acabó ganando 4-2 y se clasificó para la final.
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