A Luis Enrique se le daba de maravilla el Atlético de Simeone hasta los cuartos de final de la Champions pasada, cuando el Barça perdió. Era la primera eliminatoria no superada del técnico azulgrana, que en su primer curso había logrado el triplete. Pasado el tiempo, ninguno de los dos equipos está fuerte en la Liga, a remolque de un Madrid que falla poco y un Sevilla que gana mucho, por lo que este enfrentamiento en las semifinales coperas (este miércoles a las 21.00, por GolT) se antoja vital para sus aspiraciones del año, por más que también sigan de pie en Europa y miren de reojo el liderato liguero. “Espero una eliminatoria muy complicada de 180 minutos. Nuestro objetivo es ganar el primer partido y todo pasa por hacer gol, al menos uno más que el rival”, expuso el entrenador azulgrana; “también tendremos que jugar mejor que ellos, superar presión alta en un estadio muy bonito… Pero nosotros también seremos un rival difícil para ellos”.
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