Carlos Sánchez es colombiano de San Andrés y Providencia, pero criado en Barranquilla, tiene 32 años y lleva 22 viviendo en Pontevedra. Habla gallego y juega al fútbol. Es delantero del San Martín de Vilaxoán, de primera regional. Hace dos semanas dijo basta. Harto de los insultos racistas que recibe en los campos, estalló después del enésimo “negro de mierda” que le gritaron y comunicó a entrenador y presidente que no quería jugar más. Su madre dejó de ir a verle jugar después de lo que ocurrió un día que llegó al campo con el partido ya empezado.
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