Con solvencia, gusto, pragmatismo y ningún apuro, el Villarreal fue infinitamente superior a un Granada estéril, sin ambición ni futbol, derrotado en el Estadio de la Cerámica con justicia debido a sus numerosas carencias. Es el Granada un equipo sin alma, necesitado de una metamorfosis total si quiere abandonar el farolillo rojo, donde está situado con apenas diez puntos. Todo lo contrario que al Villarreal, al que la visita del conjunto nazarí le supuso todo un bálsamo tras seis partidos sin conocer la victoria. La encontró ante sin apenas despeinarse y sí no goleó fue por su falta de puntería, la actuación de Ochoa y los palos.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2jIcmvz
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire