Steve N’Zonzi ya no es el futbolista que le dijo a Unai Emery que se quería marchar del Sevilla. Fichado en el verano de 2015 por algo más de nueve millones de euros al Stoke City, el centrocampista francés se asustó ante la intensidad de la pretemporada diseñada por Emery, el tremendo calor de Sevilla y unos primeros días de completa inadaptación a la ciudad. Al mismo tiempo, unos problemas personales alteraron su ánimo. En el colmo de su mala suerte, una intoxicación alimentaria lo tuvo dos semanas en el hospital. “Tómate tres días de descanso y luego hablamos. Nadie se enterará”, le dijo Emery. N’Zonzi volvió. Después de una primera vuelta algo decepcionante, el centrocampista eclosionó en la segunda mitad de la pasada temporada. En los momentos de duda acerca de su rendimiento, el entrenador y los técnicos del Sevilla mantuvieron intacta su confianza en el francés.
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