Los problemas no han acechado a Zinedine Zidane durante el año que lleva al frente del Real Madrid, la derrota no le ha acompañado. Llegó con el equipo fuera de la Copa del Rey por la alineación indebida de Cheryshev, buscó una remontada en la Liga que no llegó, pero cimentó el triunfo en la Liga de Campeones con un equipo que a mitad de camino había cambiado de estratega. Ahora, mandón en el campeonato de la regularidad y encarrilado en la competición europea, le llega el primer gran golpe, la primera eliminación después de tres eliminatorias y una final superada en Europa y dos más en la Copa. En el fiasco Zidane es calmo, mira hacia delante y garantiza que no se desviará del camino emprendido. “A nadie le gusta perder, pero vamos a seguir jugando así, con carácter y personalidad. Continuaremos con el mismo discurso”, aseguró antes de dejar Balaídos, apeado en los cuartos de final de la Copa del Rey.
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