“Hay que volver muchos años atrás. Recordar cuando uno empezaba en el fútbol. Si cuando teníamos 19 años, nos hubiesen valorado por nuestro físico o por nuestra timidez, nunca hubiésemos jugado en Primera”, explica Quique Sánchez Flores, con su voz ronca, esta vez teñida de melancolía. “Pero”, añade; “hubo un técnico que nos encontró una habilidad innata y nos abrió una puerta. A los entrenadores nos da una alegría enorme encontrar a un joven talento. Supone un aire fresco y necesario”. Y Sánchez Flores encontró al suyo en el Espanyol. Se llama Marc Roca (La Granada del Penedès, 19 años) y tiene a todos embobados en Cornellà.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2ct8sSt
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire