En 2008 los técnicos del Castilla le comparaban con David Villa. El mismo físico, la misma resolución cuando pisaba el área y los mismos movimientos de desmarque. José Callejón ejecutaba instintivamente eso que los profesionales llaman pasos de baile. Cuando su equipo avanzaba con la pelota, él iba y venía por la línea de zagueros rivales distrayendo al personal con el juego de pies hasta encontrar el carril expedito. Entonces rompía el fuera de juego con carreras impredecibles. Solo Callejón sabía el destino de su marcha errática. Por lo común, los centrales y los laterales contrarios lo descubrían demasiado tarde, cuando veían el balón golpeando su red. En la temporada 2007-2008 metió 21 goles. Este curso, en el Nápoles, se codea con los capocannionnieri de la Serie A. Suma cinco goles. Uno menos que el líder de la tabla de artilleros, el interista Mauro Icardi. A diferencia de todos ellos, él no ejerce de nueve. Va disfrazado de siete. Viste de extremo derecha.
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