“¿Cuánto tiempo dura un saque de esquina?”, preguntó un día Johan Cruyff. “¿Un segundo?”, se respondió a sí mismo. “Pues no vamos a perder una mañana de trabajo en eso”, razonó para desarmar a quien le invitaba a trabajar la estrategia. Le bastaba con Koeman para aprovechar las faltas próximas al área rival, así ganó la primera Copa de Europa. Pero todo cambia y en esas, llegó un día que el vestuario miró a la pizarra. Y tuvo mucho que ver Juan Carlos Unzue, primero con Rijkaard, y ahora con Luis Enrique.
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