“Hicimos un cuadrado y salió”. Así, de esta forma tan simple, explicaba Jorge Sampaoli su primera decisión de calado en un partido de importancia máxima, donde se enfrentaba a un rival directo para la clasificación a octavos de la Liga de Campeones, el Lyon. El Sevilla realizó un soberbio segundo tiempo y, lo que es más importante, se acercó a lo que Sampaoli pretende. Tras una primera mitad muy plana, el entrenador entendió lo que necesitaba su equipo. Introdujo a Iborra como medio centro defensivo (recién renovado hasta 2020) y liberó a Nonzi, quien escoltado por un excelente Nasri y un incansable Vitolo dominaron el balón a su antojo. “Vázquez tenía un golpe y con Iborra el pivote salió más fortalecido. Ahí mostramos el camino a seguir”, añadió Sampaoli. El Sevilla de Sampaoli por fin fue reconocible. Llegó en oleadas al área rival y el balón fue siempre del cuadrado para profundizar en el campo del Lyon.
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