Los miembros de la dirigencia del Real Madrid desplazados a Barcelona para presenciar el clásico reaccionaron con enfado e incredulidad cuando cerca de las 15.00 horas conocieron la lista de los 18 jugadores escogidos por Julen Lopetegui para vestirse de corto en el Camp Nou. La crispación con el entrenador vasco, cuya continuidad pende en un hilo muy fino, llegó al comprobar que Vinicius Júnior no estaba entre ellos. Lopetegui había decidido mandar el joven brasileño a la grada en un movimiento incompresible para algunos de los componentes de la directiva madridista. El club había dedicado muchos esfuerzos durante la semana para que el comité levantara al atacante la sanción por doble amonestación que vio con el Castilla y no alcanzaban a comprender cómo después de lograrlo el técnico no le incluía entre los suplentes.
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