Era la última semana de marzo de 1989 y no se hablaba de otra cosa que de aquel tal Romerito. Cruyff estaba en su primera temporada de entrenador del Barça, esperaba la visita del Madrid de La Quinta del Buitre y exigió perentoriamente su fichaje.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2PqhPdh
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire