Daniele Verde, en el tiempo añadido, encendió Zorrilla y dejó con la miel en los labios al Espanyol. El Valladolid, con el tanto en el lanzamiento de una falta del centrocampista italiano, salvaguardó su orgullo y se negó a salir derrotado por un rival que ya saboreaba el liderato. El Espanyol es colíder, con 18 puntos, como el Barcelona. Pero no es lo mismo que llevarse el premio gordo que ya empezaba a festejar después de que campeara gracias al tanto de Borja Iglesias en el minuto 20. Un tanto que le situaba en lo más alto, en un viernes, en Valladolid, en el partido prólogo de una Liga atípica, en que los grandes pierden puntos por todos los costados. De hecho, si el Valladolid hubiera ganado su quinto partido consecutivo, hubiera sido el que se hubiera juntado en lo alto de la tabla con el Barcelona, aunque fuera un par de días, tal vez más si los de Valverde no ganan el clásico de este domingo o si el Alavés no golea al Villarreal.
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