El paso del Real Madrid por Melilla fue tan contundente como efímero. Apenas media hora tardó el equipo de Santiago Solari en abandonar el estadio Álvarez Claro y poner rumbo al aeropuerto para regresar a Madrid, donde se ejercitarán mañana a partir de las 11.00 horas. Los jugadores madridistas tuvieron que soportar la sorna de algunos aficionados melillenses. "5-1, 5-1, 5-1...", gritaron en alusión al clásico cuando se subían al autobús.
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