Toko Ekambi, en lo bueno y en lo malo, fue el protagonista del Villarreal ante el Rapid de Viena, un club cuya heráldica ya no tiene ningún peso en Europa, un conjunto tierno y amable, sin fútbol ni maldad. El delantero camerunés ofreció dos asistencias y marcó dos goles como pudo meter cinco si no hubiese fallado más que acertado frente a Strebinger, el desolado portero austriaco al que su defensa vendió una y otra vez.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2JfFEip
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire