La Rosaleda se convirtió el pasado lunes en el escenario de un acontecimiento sin precedentes en el fútbol español. Antes de que diera comienzo el partido entre el Malága y Las Palmas, el árbitro del encuentro, José María Sánchez Martínez, informó al delegado de campo del equipo andaluz, José Miguel Gonzalez, de que el club se abstuviera de emitir imágenes del encuentro a través de los videomarcadores del estadio. No era la primera vez que el Málaga llevaba a cabo esta práctica. Lo hizo también durante los partidos ante el Sporting, Granada y Espanyol, donde además de emitir imágenes en directo del encuentro también ofreció repeticiones de algunas jugadas, según se recogió en las distintas actas. Por ello el club hizo caso o miso de las advertencias hasta que Sánchez Martínez amenazó a los locales con suspender el partido, algo que no había sucedido anteriormente. “No creíamos que estuviéramos haciendo nada malo, y además, nunca nos han multado por hacerlo”; aseguran desde el club andaluz.
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