vendredi 1 avril 2016

La dinastía Zidane

La ciudad más antigua de Francia, Marsella, fue siempre la más odiada. Por su mestizaje, por su pobreza, por su violencia. Una ciudad “incurable a menos que sus habitantes sean deportados y reciba una transfusión de gente del norte”, decía un político en 1793. Rafael Poch, corresponsal de La Vanguardia, recopila sutilezas: un lugar “sin nombre” y “vieja ciudadela de insectos e infamia”; llegaron los nazis y dijeron que Marsella “es el cáncer de Europa y Europa no podrá vivir hasta que Marsella no sea purificada”. El rey Luis XIV construyó cañones que no apuntaban hacia el mar para evitar invasiones: apuntaban al interior de la ciudad.

Seguir leyendo.



source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1TlX51y

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire