Cuando ya nada hay matemáticamente en juego, la Real Sociedad encuentra en el orgullo y la adversidad dos revulsivos frente al Real Madrid. El orgullo de haber convertido Anoeta en un territorio desagradable para los grandes recientemente y la posibilidad de seguir haciéndolo tras sufrir las bajas de Iñigo Martínez y Jonathas, que merman su capacidad defensiva y ofensiva del equipo que entrena Eusebio Sacristán.
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