Adán, el portero del Betis que quería “joder” la Liga al Barça por su condición de madridista, se equivocó, o no se entendió con su central Pezzella, o se confundió ante el centro de Messi, y le regaló un gol precioso al exsevillista Rakitic, el único remedio azulgrana cuando no funcionan Messi, Luis Suárez y Neymar. El Barcelona no pudo tener mejor samaritano en su calvario por defender el liderato de la Liga. Adán y Pezzella pusieron la jugada del gol, Westermann se expulsó y el Betis solo se pudo defender para suerte del apocado Barça, que remató el partido con un tanto del pichichi Luis Suárez, habilitado por el selectivo Messi.
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