Necesitó cinco minutos Osasuna para mandar a la lona al Espanyol. Fue cuando nada más regresar de los vestuarios el equipo de Jagoba Arrasate remontó el duelo en Cornellà. Y después, el cuadro rojillo no tuvo ni piedad con los muchachos de Pablo Machín. Si hasta con 10 jugadores, tras la infantil expulsión de Roncaglia, Osasuna puso en el escaparate la angustia de un equipo sin fútbol ni alma, que no sabe lo que quiere ni a lo que juega, mande el inexperto David Gallego o un entrenador peleón como Machín. Osasuna goleó sin titubear al Espanyol (2-4), que suma nueve puntos en LaLiga, está a cinco de la salvación y todavía no ganó un partido en Cornellà.
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