Era el día más difícil en la corta pero intensa vida de Alireza Firouzja: afrontaba una competición muy exigente dos días después de anunciar que reniega del Gobierno de su país, Irán, y busca otra nacionalidad. Sin embargo, el persa, de 16 años, tuvo momentos de gran brillantez en las cinco primeras rondas de las quince previstas en el Mundial de Rápidas de Moscú, donde compite bajo la bandera de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
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