jeudi 26 décembre 2019

El balonmano femenino vuelve a la cruda realidad

Después de decenas de homenajes en la última semana por la plata mundial, Ainhoa Hernández ha vuelto a la rutina. A su ciudad, Barakaldo: al único club que ha conocido, el Zuazo; y a la única competición doméstica que ha disputado, la Liga española. Es donde ella quiere estar pese a que nadie duda de que el traje le queda muy corto porque podría jugar en campeonatos más potentes y multiplicar su salario.

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