Para Carles Aleñá (Mataró, Barcelona; 21 años) fue un varapalo el inicio de este curso. Jugador capital en la pretemporada, se ganó la titularidad en el primer encuentro liguero frente al Athletic y en San Mamés, pero cuajó un mal encuentro y el técnico Valverde le castigó a un ostracismo absoluto. Después de esa primera media parte, no volvió a competir de corto hasta 15 jornadas después. Tiempo que le hizo cambiar de opinión sobre su futuro, pues decidió que más le valía acumular minutos en el césped antes que experiencias en los entrenamientos. Deseo concedido porque ha firmado por el Betis -que asume la ficha íntegra del centrocampista- hasta final de temporada como cedido sin opción de compra.
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