El Atlético de Madrid y Diego Pablo Simeone cerraron el verano pasado una reducción de contrato por la cual el compromiso que expiraba en 2020 pasaba a finalizar en 2018. Una operación de lo más extraña que daba a entender que el técnico y los dirigentes habían acordado mantenerse juntos en la primera temporada de traslado al Wanda Metropolitano. Ese acuerdo, bajo el contexto de la rueda de prensa tras la final de Milán en la que El Cholo no garantizó su continuidad, sonó a punto final a partir del 30 de junio de 2018 tras abanderar el primer y complejo año en el Metropolitano. Sin embargo, Simeone por entonces ya proclamaba convencido: “He hecho lo que creo que es conveniente para el club. ¿Y por qué no voy a poder seguir más tiempo después?”. Ahora, a poco más de un mes de que el Atlético inaugure su nueva casa y a 11 de que Simeone termine su contrato, ambas partes anuncian ese deseo de mantenerse unidos más allá del fin del curso que comienza este 20 de agosto.
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