La velocidad pura, sin matices, casi una fuerza divina, embriaga. La carrera de los 100m, la prueba reina de todos los Juegos, aquella cuya fotografía termina haciéndose póster, es la velocidad y también la balanza que permite convertir a la competición en un cuento moral.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2tSFbKt
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire