El Sevilla se llevó, y alcanza ya los 30 puntos, un sufrido triunfo frente a un combativo Leganés. Un gol del central Diego Carlos satisfizo el hambre competitivo de los aficionados del club andaluz, satisfechos por cómo pelea su equipo aunque tuviera que pasarlo realmente mal para sacar el pleito adelante. El Leganés vendió muy cara su derrota, peleando hasta el final por el empate, con el Sevilla metido atrás dando balonazos ante la incapacidad de sus centrocampistas para tener el balón y cerrar el encuentro. Si el Leganés pelea así siempre, comprará muchas papeletas para salvarse. En honor a la verdad, el empate no hubiera sido del todo injusto. El gol del poderoso Diego Carlos llegó cuando mejor estaba el Leganés. Un inicio de segundo tiempo poderoso, con un Óscar magistral. Fue Vaclik, con un paradón, el que sostuvo a este Sevilla con menos fútbol que en anteriores ocasiones, pero con un corazón enorme.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2Y3BP7z
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire