Era la antepenúltima jornada de la Liga 73-74 y el Barça era campeón matemático. Visitaba al Atlético, campeón del curso anterior, con el afán de mantenerse una jornada más invicto. Llevaba exactamente 26, todas desde que llegó Johan Cruyff, en la octava. Antes de eso había perdido sus salidas a Elche, Vigo y San Sebastián. Desde que apareció el genial holandés todo fue una marcha triunfal que incluyó aquel célebre 0-5 en el Bernabéu y la victoria en el Camp Nou ante el Atlético con su inolvidable gol acrobático. Ese primer Cruyff era un prodigio.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2LbXWn0
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire