El Atlético de Madrid ganó su cuarta liga en la última jornada tras empatar a uno contra el Sevilla. Era el 22 de abril de 1951 y Ben Barek, futbolista marroquí, marcó el gol del 1-1. El escritor Gonzalo Suárez estuvo como cronista en ese partido y cuenta que, tras el encuentro, un hincha sevillista lanzó un ladrillo hacia Barek. El delantero corrió tras el aficionado, le alcanzó y entregó a dos guardias civiles que asistían impasibles a la escena. Al marcharse, el aficionado le gritó: "¡No vuelvas por Sevilla, negro de mierda, porque te mataremos!".
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