Albert Celades recibió la oportunidad soñada y una granada de mano cuando sustituyó a Marcelino en la dirección del Valencia. Le permitía debutar como entrenador en Primera División, al frente de uno de los equipos más prestigiosos del fútbol español. Y de los más convulsos. La sucesión se produjo en medio de un temporal de conflictos que presagiaba malos tiempos para el club, no confirmados por la realidad: el Valencia escala posiciones a toda mecha y se encuentra en disposición de pasar a los octavos de final de la Liga de Campeones. Le clasificará una victoria sobre el Ajax en Amsterdam. Quizá le sirva el empate.
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